12/12/10

PER LA VALL DE MIRALLES. SANT ROMÀ I SANTA MARÍA DE MIRALLES. Ruta de Senderisme.

“Miralles es un municipi situat al sud-oest de la comarca de l´Anoia que està format per masíes i cases escampades…Aquest municipi te la particularitat de no disposar de nucli urbà. Les terres de Miralles abasten una gran vall amb les muntanyes de l´Agulla Grossa al nord-oest, amb el cim del Grony (870 m.) com a màxim altitud, i una llarga falla al sud-est que s´estén des de la serra de Fontfregona a la de l´Apotecari, i encara segueix fora del municipi fins passat Valldeserves. Entre aquestes dues formacions s´hi esmuny la riera de Miralles que gairebé tot l´any porta aigua, i que desguassa al riu Anoia”.
Así comienza esta ruta que transcurre “per la vall de Miralles” del libro de Xavier Bayer y Cisco Guasch,  "Paratges Naturals. Massís del Garraf i conques de l´Anoia, del Foix i del Gaià".


En rojo, la ruta realizada. 8 Km.

Día 6 de diciembre de 2010. El despertador suena a las seis y diez de la mañana. Todo preparado, el día anterior. El coche aparcado en la calle durante toda la noche está muy frío, estamos a 4 grados.
Es noche cerrada cuando salgo de Lleida por la A-2, y cuando han transcurrido unos diez minutos circulando por la autovía, observo el cielo y me llama la atención un enorme brillo hacia septentrión. Parece inmóvil, pero brilla con inusitado esplendor. No se trata de una estrella ni de un planeta, ni de un avión…es algo extraño. Lo voy siguiendo con la vista durante un par de minutos, pero de repente, ya no está, ha desaparecido,…se desata la incomprensión…
Llego hasta la Panadella y de allí bifurco hacia Sta. Coloma de Queralt. Entre estas dos últimas poblaciones se encuentra en lo alto de una loma la población de Bellmunt de Segarra..
Subo el coche por un estrecho camino hacia la cima y allí, puedo fotografiar el alba de este invernal amanecer.


Amanecer desde Bellmunt de Segarra.

Continúo el trayecto y en poco tiempo llego a Sta. Coloma de Queralt. De buena gana daría una vuelta por esta entrañable Villa, pero el tiempo apremia y sigo... 


Sta. Coloma de Queralt, como siempre...


Desde Sta. Coloma de Queralt, la serpenteante carretera me conduce hasta el cruce con la carretera  de Igualada a Valls. Justo en esta confluéncia se encuentra el famoso y concurrido  bar restaurante Miralles, que a estas horas de la mañana se encuentra cerrado; y que ya en otra memorable ocasión he comentado. (Ver en el blog “Rodage documental Joan Senserric").
 
Miralles se encuentra a 2 o 3 kilómetros de este lugar. Cruzo por debajo de una linea eléctrica o telefónica con palos de madera, y observo posado en la misma un “aligot”. Allí pasa largos ratos para intentar sorprender a sus presas, ratas, ratones y pequeños animales que buscan comida entre los campos sembrados.
La mañana se presenta algo nublada cuando llego al inicio de la ruta, la iglesia de Sant Romà, situada en el término de Miralles.

Sant Romà de Miralles.

Veleta de Sant Romà.


Una placa conmemorativa en un muro lateral de la iglesia me llama la atención. Se trata de un recuerdo al honorable rector y prebere de Miralles Daniel Canals i Sanabre. Realmente, no tengo ni idea de quién se trata, no habiendo encontrado ninguna referencia de él.

                     


Un ladrador perro, comienza a acosarme en este tranquilo lugar. Pese a intentar acallarlo, no logro despejar sus dudas respecto a mí. Hasta que no me alejo, no vuelve el silencio al lugar. Son las 8:30 de la mañana y la temperatura es de 5 grados. Bien arropado, me voy alejando y ascendiendo por una pista forestal que parte del lado del cementerio.


...Me voy alejando de Sant Romà...

El camino está bastante embarrado y se camina con dificultad. El silencio matinal, la humedad del ambiente, la calma… todo confluye de nuevo en el recuerdo y en las sensaciones.


El camino embarrado de tierra arcillosa.
                                
Al poco se llega a lo que tenía que ser una urbanización y que afortunadamente no ha progresado, pero adelanto con paso firme ya que en cada parcela hay como mínimo un perro. Sus inoportunos y contagiantes ladridos provocan una desagradable sinfonía durante todo el camino que la atraviesa. Aquí es imposible vivir, a pesar de que el lugar es bastante tranquilo.





Las hojas del invierno.


Por una ruta plácida.


Llego finalmente a la última casa y enfilo por el camino. Al poco, encuentro un indicador que señala en un par de minutos un lugar muy curioso. Se trata del “Balç de Fontanilles”, una recóndita “balma” o cavidad donde hay una fuente que queda justo debajo de un salto de agua.
Destaca una imponente quebrada excavada a lo largo de los tiempos por las aguas de este torrente.








Según consta en un cartel, en las cercanías hay un taller de sílex y un poblado ibérico. Pese a ascender a lo alto de una empinada loma, no consigo encontrar ninguna de las dos cosas, pero sí una torre de línea eléctrica de alta tensión. El inquietante silbido eléctrico me eriza los pelos. Vuelvo al camino..
La temperatura ha ascendido de repente. Creo que estamos a 15 grados. Voy quitando ropa y llenando con esta la mochila.

Descendiendo hacia el "Balç de Fontanilles.

Aprovecho el pintoresco entorno que había sido utilizado por el hombre prehistórico en el amanecer de los tiempos, para desayunar. El ruido del agua precipitándose por las rocas y el lejano canto de algunos pájaros me acompañan en estos momentos de naturaleza. 



Desde el interior de la "Balma".


El agua se precipita al riachuelo.


Improvisado "safareix"


Tras cruzar el "torrent de Fontanilles," asciendo suavemente. El libro-guía de Xavier Martorell y Cisco Guash, nos indica que a lo largo de esta subida podemos entretenernos en coger abundantes fósiles de numulites, caracoles y pechinas…pero no encuentro absolutamente nada.
                           

Llego a un collado, y mientras voy andando por esta pista, veo a lo lejos las ruinas del “castell de Miralles” y las cimas de l´Agulla Grossa i del Grony de Miralles, que son las montañas mas altas de la zona.
En el lejano horizonte también se ve Montserrat, entre la bruma.

Antigüa iglésia de Miralles y  restos del "Castell de Miralles".
                              
Montserrat, en "sfumatto", como pintaba Leonardo de Vinci.
Cal Fadrí del Pompo.


Voy descendiendo y cruzándome con varias masías y casas de labor. Al lado del camino hay grandes extensiones de viñas emparradas con las diferentes variedades de uva. Realmente, sorprenden estas grandes extensiones perfectamente alineadas siempre rodeadas por el bosque.                            





La perspectiva de la viña...


Variedades de uvas en el término de Miralles.


Cal Doménec. Al fondo Montserrat.


Llego a cal Ramonet, una masía habilitada como restaurante y que a la vez es el Ayuntamiento,de Miralles. Está situado junto a la carretera de Igualada a Valls.
De aquí voy unos metros andando  por la carretera hasta encontrar un camino que va en dirección a la riera de Miralles.
Este trayecto es realmente plácido, delante hay una “obaga” en cuya parte superior se destacan unas antiguas minas de bauxita.


Hacia la riera de Miralles.


Ca l´Andreu, entre la sembradura invernal.


El serpenteante camino...


"Pollancres" de la riera de Miralles.


La riera de Miralles...

Cruzo la riera, y un cartel me indica que hay un pequeño acueducto que alimentaba un antiguo "moli fariner”.




"Aqüeducte de molí fariner".
                               
El camino sigue hacia la derecha pasando por el mas de ca l´Oreneta. Me encuentro con cuatro personas rastreando el bosque en busca de setas. Intercambio un saludo y les pregunto si aún encuentran alguna. Me responden que poca cosa, la temporada ya ha pasado y a lo sumo en dos semanas ha terminado.


Serra de Miralles. L´Agulla Grossa i el cim del Grony.

Me encuentro  prácticamente delante de Sant Romà y penetro por un pequeño senderillo junto a los árboles, hacia la riera. Aquí encuentro un pequeño salto de agua o “resclosa”. Observo con los prismáticos un “picot garser gros” entre los deshojados “pollancres” y un nido en lo alto.
El suelo está tapizado de hojas. El lugar es delicioso.




"Resclosa" a la riera de Miralles.


Sant Romà desde la riera de Miralles.

Otras rutas... otros días...

Antes de llegar al punto de inicio del itinerario paso junto a la “font de San Romà”, un lugar húmedo y sombreado, situada en medio de un campo. Observo como este campo ha sido batido por enormes “senglars”, que han escarbado el terroso suelo prodigando abundantes hoyos.



"Font de Sant Romà".


Agua muy fría...

Junto a Sant Romà hay una gran masía en estado de completo abandono, ahora todo son  ruinas. Aprovecho los últimos momentos de la mañana para explorar por entre sus derruidos establos y viviendas. Como siempre, me siguen sorprendiendo las diferentes estancias que forman esta construcción.

Testigo del abandono...


Puerta de entrada...


El derrumbe inexorable...


Sant Romà desde la masía.







Me encuentro de nuevo con el perro de Sant Romà. Sigue ladrando y esquivandome a cada paso que doy. ¡Que le vamos a hacer!, no hay solución.


Con mirada de "pocos amigos"...

Junto a la pequeña iglésia hay tres tumbas antropomórficas del siglo IV y V procedentes del Serral, una sierra que se encuentra dentro del mismo municipio de Miralles. Se hicieron unas excavaciones y una muestra de las tumbas se trasladaron aquí para ser expuestas a los visitantes.



Tumbas antropomórficas del Serral siglos IV y V.

La excursión a terminado, he pasado una mañana de lo más agradable, con un recorrido aproximado de unos 8 km., tranquilos, relajantes, sosegados… pero…
Ahí viene de nuevo ladrando el perro… vuelve el acoso. 



















El receloso "perrito guardián" de Sant Romà de Miralles.
          
 Me cambio rápido los zapatos llenos de barro y subo al coche...me voy…el perrito sigue ladrando, me persigue…
¡ Addio !.
  
Cartel indicador de diferentes rutas de la "vall de Miralles".