2/7/11

DELS PLANS DE FERRAN A LA RIERA DE CLARIANA. Per Cal Gotzo, Cal Magre, Cal Prim. Ruta de Senderisme.

“Avui hem matinat força.Hem quedat de trobar-nos a les sis del matí per tal de fe runa petita ruta per terres de Clariana de la Goda, al terme d´Argençola (Anoia). El día és poc clar, El cel està més aviat tapat i segons les previsions d´ahir hi ha possibilitat que ens caigui algún ruixat.
Poc avans de les set del matí ja som al punt de partida, just on la carretera que va d´Igualada a Santa Coloma de Queralt travessa els plans de Ferran”.

Este es el inicio descriptivo de la ruta de Xavier Bayer y Cisco Guasch del libro “Itineraris de Natura pel Gaià, el Foix i L´Anoia” perteneciente al mes de Julio.
Y este inicio se asemeja bastante a cómo realmente comenzaba el día cuando emprendimos el recorrido este sábado por la mañana .Y digo bien, emprendimos, ya que en esta ocasión se ha sumado a la ruta el compañero Eduard.
La cita previa en la población de Abrera, nos ha llevado hacia el barrio de Fátima de Igualada (ya citado algunas veces en anteriores relatos), para comprar en la conocida pastissería L´Espiga su ya famosa "coca de forner".
Hacia las 8:30 nos encontramos ya en els Plans de Ferran. El día está cubierto por pesadas nubes, el ambiente es neblinoso y húmedo …
Emprendemos camino hacia una masía, Cal Gotzo de Dalt. Nos vemos rodeados de extensos campos de trigo a punto para la siega.


Camps de blat. Comença el día....




Al fondo vemos destacarse la silueta de Argençola encima de un promontorio. Vamos siguiendo plácidamente por el solitario camino, con una temperatura a esta primera hora de la mañana, muy suave.


Argençola a lo lejos.


La plácida ruta...


Hemos ya pasado por Cal Gotzo de Dalt. Ahora nos dirigimos hacia Cal Gotzo de Baix... sin prisas, disfrutando del camino, observando las plantas, las piedras, escuchando a desconocidos pájaros e intentando identificarlos. ¡Cosa inútil!, nuestro desconocimiento es más que evidente.



Hacia Cal Gotzo de Baix.


En un momento ya nos despistamos de la ruta, ya se sabe... hablar y hablar, pero conseguimos llegar a Cal Gotzo de Baix. Allí en el camino recogemos unas almendras caídas. Pruebo una...¡qué amargura...!...



¿Que nos recuerda?


Sorprende una palmera junto a la casa. Más tarde, será nuestra palmera salvadora...


Cal Gotzo de Baix y su palmeral...


Girasol en Cal Gotzo de Baix.

 Nos vamos alejando de Cal Gotzo de Baix... ya hace rato que he empezado a escuchar unos ruidos sospechosos...



Cal Gotzo de Baix al fondo.


En efecto, ya hace rato que a mi acompañante le "ronquen els budells". Este signo inequívoco de vacío, nos lleva a la hora del desayuno.
Y aquí sobre unas piedras preparamos todo para acallar estos ruidos...



Preparación reconstituyente.


Como es habitual, no puede faltar esta "coca amb xocolata". Exquisita en un lugar como este. Aparte del gran "bocata" que ha traído Eduard, también prueba un enorme trozo de coca que desaparece de entre sus manos con gran rapidez. Ha dado buena cuenta...
Los dátiles que también le acompañan tienen mucho menos éxito...



La típica coca con valor añadido.


En un momento Eduard, saca un cuadernillo y se decide a dibujar en el un trozo del paisaje. Este, es un acuarelista de fama nacional, y en pocos minutos ha estampado todo un momento. ¡Impresionante!.



El famoso acuarelista.


Acuarela improvisada.


Acuarela una vez concluida y coloreada.

 Seguimos el camino y, aunque estoy atento a las explicaciones de la ruta, hablando y hablando no vemos el desvío por el que debemos llegar hasta la masía de Cal Magre...
En el suelo observamos cuarzo, en estado muy puro. Y pasamos cerca de otra masía derruida y cubierta de vegetación, ¡vaya usted a saber su nombre!.
Estamos fuera de ruta.

La masía derruida, ¡por dónde no debimos pasar...!


No hay duda, estoy convencido de que nos hemos despistado. Ahora ya no sé cuál es el camino... pero seguimos por la evidente pista hacia... 




En busca de la senda perdida...


Cruzamos la riera de Clariana por un puente entre frondosa vegetación. A pesar de todo el lugar está muy bien. Y sigue la cháchara del despiste...



La riera de Clariana... ¡ Fuera de ruta!...


Y he ahí por fin que nos encontramos con algo que realmente no esperábamos. ¡una carretera que cruza la pista!. Se trata, como pudimos advertir más tarde , de una carretera que desde Igualada va a Clariana.
¿Dónde nos encontramos?... afortunadamente un vehículo tractorizado, se cruza en el camino. Preguntamos por "Cal Prim"...¡ ni idea!. Nos indica que Clariana está a la vuelta de la esquina y decidimos llegar hasta el pueblo. A partir de aquí vamos a coger una pista se ve a lo lejos y que, intuimos nos llevará por nuestra ruta.



El encuentro inesperado...


Clariana al fondo...


Acortamos el camino y descendemos por una empinada y polvorienta cuesta entre los árboles. El descenso no es fácil ,pero en pocos minutos llegamos a Clariana.



Simplificando la ruta.

El pueblo está rodeado de unas curiosas murallas, y a esa hora, cuando ya aprieta el calor veraniego, no vemos ningún tipo de movimiento por los alrededores. Todo permanece desierto...

Murallas de Clariana.


Indicador...


Seguimos ruta por una pista reseca en dirección a Cal Magre y Cal Prim. El sol aprieta, pero yo he confiado para luchar contra el, en una abundante dosis de bronceador que rechaza sus quemaduras, y así, vamos avanzando gota a gota (por lo del sudor) hacia nuestro destino.
Al fin encontramos indicaciones. Nuestro error nos ha llevado a una vuelta de entre tres y cuatro km. de más.



De nuevo, el buen hallazgo.


Llegando a Cal Magre, una magnífica masía habitada, podemos preguntar sobre nuestro camino. Una amable habitante del lugar nos indica con cierta precisión...


Masía de Cal Magre.


Nuestro recorrido se cruza con la riera de Clariana en tres ocasiones. Tenemos que mantener el equilibrio mientras vamos pasando por las resbaladizas piedras colocadas a uno de los lados. De repente, pendiente de no resbalar, oigo un chapoteo de agua. Mi compañero no ha tenido tan buena fortuna y acaba de meter un pié en la riera...



Cruzando la riera de Clariana...




La flora de este lugar rezuma de altas hierbas, algunas de las cuales, la ortiga mayor, se ceban en mi brazo... vamos cruzando el agua... un segundo resbalón y el pié de Eduard se sumerge de nuevo en el agua. 
Gran cantidad de mariposas revolotean en este frondoso cauce.


Herba escombrera i papallona.


Ascendiendo por el camino... será correcta la ruta o no..., llegamos a una esperada masía abandonada. Cal Casanovas, llena de expectativas y de esperadas serpientes colgadas en el desván de la casa. El libro de rutas, narra un lugar de exploración y de vuelta atrás de un tiempo perdido en la vida cotidiana de sus habitantes... Pero nada podemos ver, ya que sus puertas han sido cerradas y nos impiden el curioso tránsito a su interior. Una verdadera lástima.



Masía de Cal Casanoves.


Vamos subiendo por la empinada cuesta sin tener muy claro el camino a seguir... Parece que hoy tenemos el día de la perdición y el despiste. Otro camino se nos ha puesto entre las dudas... pero la opción final es seguir hacia arriba.
El sol implacable sigue en lo alto derritiéndonos con su fuerza...

La ruta general. Al fondo Clariana.


Seguimos dudando y sudando del camino. Las consultas a los mapas no paran en ningún momento... una casa a lo lejos... prismáticos... y la palmera salvadora... se trata de Cal  Gotzo de Baix... el camino que llevamos y que nos iba alejando de esta casa, era el correcto. ¡Vamos bien!.
Hemos llegado a la cima de la montaña. Aquí encontramos las ruinas de Sant Salvador de Clariana, Todo un montón de piedras... junto a una casa  de alegres vistas en construcción.

Ruinas de Sant Salvador de Clariana.


Aprovechamos el lugar para refrescarnos con el agua que poco a poco hemos ido consumiendo. Nuestro compañero tuvo la idea, ¡feliz idea!,de congelar las botellas el día anterior, y todavía ahora tiene un buen trozo de hielo en su interior... me ha repetido hasta la saciedad que a partir de ahora, sólo va a congelar una de las dos...
El ya sabe porque lo dice...
Reemprendemos la marcha y llegamos ya a Cal Gotzo de Dalt, casi ya al final de nuestro destino... 


Llegando a Cal Gotzo de Dalt.


La concluyente mañana, termina frente al famoso "sepulcre megalític dels Plans de Ferrán", un pequeño dolmen junto al característico campo de trigo tan común en esta zona.
Me ha encantado esta foto. ¿La va  a aprovechar nuestro Ceferino Oliver...?.


¿Otra posible acuarela...?

He ahí el enigmático dolmen... Nueve cuerpos fueron sepultados y encontrados en su interior junto a objetos de ritual. Siempre resulta interesante terminar con esta imagen una plácida ruta repleta de dudas sobre cuál es el camino a seguir...

Dolmen dels Plans de Ferran

El recorrido de la ruta es de poco más de 10 km., pero a nosotros nos ha gustado tanto que hemos decidido hacer por lo menos 3 o 4 km. más, así que para la próxima vez, miraremos de estar mucho más atentos a las explicaciones de nuestros ya familiares guias. De todas formas,  en esta ocasión el texto quedaba un poco mal detallado.
Pero... no hemos terminado... 




Ruta seguida. En amarillo la ruta que debimos seguir. Clicar para aumentar.


Estación de servicio San Martí de Tous. 13:45 h. 
Mientras repostamos gasolina, para el regreso, un curioso personaje, sudoroso y de poblado bigote, me pregunta si lo puedo acercar hasta Igualada, distante unos 10 Km. Este personaje, lleva con el, ¡un jamón a cuestas!.
¿Cómo puede ser?... como en una película de Berlanga... Estupefacto, no tengo opción... esto no tiene desperdício...  
-  ¡Venga adentro, suba!. 
Tras colocar el jamón en el maletero, partimos prestos hacia Igualada. Nuestro personaje nos comenta un rosario de acontecimientos. Ha salido esta mañana hacia las siete desde su casa hasta Sant Martí de Tous, y ha ido andando por la montaña hasta su destino... unos 12 km.... , no hay autobús de la Hispano Igualadina los sábados para volver, que es vendedor de jamones y que tiene coche pero prefiere ir andando...  y que una vez fue andando de Igualada a Manresa en unas 10 horas... y que...
Eduard le pregunta si esta mañana por la montaña ha encontrado fosiles ya que a el le gustan mucho.
- ¡ Fózilez...!. ¿Y ezo que ez ?...
- Bueno, unas piedras.. .
Y hablando y hablando, y oliendo a rancio sudor le llevamos hasta un cruce de Igualada, final de su destino. Le ayudo a sacar el jamón del maletero; al  abrirlo, asciende gran olor jamonero. Tras entregárselo, dignifico el momento histórico con una una foto impagable. 
Este momento, bien lo vale.



El sudoroso caminante jamonero. ¡Observese el famoso jamón!.