31/8/12

DELTA DE L´EBRE. UN RECORREGUT PER LA NATURA CAMINANT I EN BTT. ALBUM FOTOGRÀFIC. 2012.

Durante todos estos días han sido innumerables las salidas por el Delta de l´Ebre ya sea paseando o en  bicicleta. Una selección fotográfica, nos ayuda a la espontánea reflexión de la mente. Sobran de momento las palabras.




La araña y sus criaturas.

Perdida en el centro...

El ocaso. Serra del Montsià.

Bunker guerra civil. Bahía de los Alfaques.

La triste mirada...

Canales cerca de La Tancada. Poblenou del Delta.

La Tancada.

Poblenou del Delta.

La casa de los "ratpenats".

Plácidas rutas.

En Btt por el delta de l´Ebre.

En Btt. Entre arrozales.




El habitante interior...

Platja junto al Fangar. Delta de l´Ebre.

En la punta del Fangar...


El bíker en plena exhibición.


El sol enciende la madrugada con nuevas mordeduras en la línea del horizonte y arrastra hasta el ocaso el declive de su viaje. 







Mirando al mar...

La luna brilla, el verano termina...

Y las palabras llegan finalmente.

Se desvanece el verano.

Se van consumiendo los días en el calendario con la misma indiferencia que damos al transcurso de las aguas por los cauces de los ríos o al viento que altera la quietud de la veleta. No sabemos en qué momento los helechos han humillado sus testas ocres y anuncian el otoño; cuándo el color morado de las flores del tardío (los “espanta pastores”) tiñe de ausencias el paisaje; cómo se han ido enterrando tantos matices del verde intenso de los prados entre derrumbes y rastrojeras; en qué lugar y hora descubrimos nuestras sombras alargadas si hace nada, en ese mismo contexto ellas lamían nuestros pies… El sol enciende la madrugada con nuevas mordeduras en la línea del horizonte y arrastra hasta el ocaso el declive de su viaje. Caen las horas del reloj vencidas por el silencio de los anocheceres más tempranos: nuevos acordes del tiempo en el armónico deambular de la vida.
Los niños entretienen las últimas fechas del verano en los preparativos del cole: algunos finalizan remisos aquellas tareas escolares inacabadas y otros van consumiendo los juegos con ese tinte nostálgico de los finales de los cuentos. Los pueblos, en estas fechas, se van quedando vacíos de gentes y aguardan soledades y sueños de esperanza para  un próximo año. 

Guadalupe Fernández de la Cuesta.


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