20/12/13

DE SANT FELIU DE LLOBREGAT A MOLINS DE REI. Per la RIERA DE SANT FELIU, STA. CREU D´OLORDA, PUIG D´OLORDA y CASTELLCIURÓ. Ruta de Senderisme.

Lloviznaba débilmente cuando me he levantado esta mañana. Pero pesar de todo, he seguido con la idea de realizar esta ruta. El día anterior había estado lloviendo copiosamente, motivo por el cual, incrementaba su interés.
El itinerario comienza en la población de Sant Feliu de Llobregat (Barcelona), y concretamente, en la estación de RENFE. Tras cruzar el núcleo urbano, y después de un pequeño polígono industrial, comienza una pista de tierra al lado de la "riera de la Salut".



 
El camino penetra lentamente en el denominado "Vall de Sant Feliu", y en poco tiempo se pasa por el área recreativa de l´ermita de la Salut.




A medida que voy avanzando por el camino, el paisaje se va transformando. El cielo sigue muy cubierto, plomizo. Reina el silencio y la calma. El ambiente rezuma humedad y olor a tierra mojada. Las hojas otoñales palidecen caídas en el camino viendo pasar al senderista solitario.





La mente se relaja en este encuentro con la naturaleza, y el cuerpo siente el frío húmedo de las tempranas horas matinales. Y con todo esto puedo disfrutar plenamente de este ambiente y este tiempo que va perfilando el devenir de la íntima existencia personal.

Per la Vall de Sant Feliu.



Contemplar este ambiente es toda una experiencia. El enmarañado bosque forma todo un conjunto de ordenado ecosistema donde todo tiene su lugar. Las altas hiedras se hunden en los húmedos troncos de los árboles, aprisionándoles con todo su fuerza.
Estos van agonizando lenta, muy lentamente, mientras las estaciones van transcurriendo una tras otra.
Llego a la "Font de Can Ferriol"  por un pequeño sendero que nace junto al camino.





Font de Can Ferriol.



Las gotas de lluvia pueden apreciarse a contraluz colgadas como tenues reflejos, en las desnudas ramas de los árboles.




Son las 10,15 de la mañana. Quizá va siendo hora de desayunar.
Y aquí tenemos a la famosa "coca amb xocolata" elaborada en los talleres de quien esto escribe. No voy a describir, ya que no hay palabras, lo deliciosa que estaba... mientras se escucha el agua de la fuente caer sobre las hojas y las piedras.




Sigo ruta rodeado de un paisaje espectacular. El silencio sigue siendo el buen acompañante de esta mañana, y es sólamente roto de vez en cuando por el canto de algún despistado pajarillo.








Abandono la pista y subo por un sendero que comienza a mi derecha donde se han practicado unas escaleras de piedra. El sendero me va acercando a la ermita de la Sta. Creu d´Olorda.



Y aquí he llegado, a este curioso enclave de la serra de Collserola, muy frecuentado los fines de semana por excursionistas, aunque hoy está casi desierto. Diversos documentos del siglo X hacen mención del término de Monte Olorda.  La parroquia de la Sta. Creu d´Olorda está documentada en el año 1066, y tenemos noticias concretas a partir del siglo XIV.


Sta. Creu d´Olorda.

A la izquierda de la ermita comienza una pista, y a unos 50 nace un sendero (al final de la valla de una cantera), que por un frondoso bosque me lleva a la cima del puig d´Olorda de 439 mts. de altura.
Este sendero lo tomaré de bajada. Ahora sigo por esta pista que va bordeando la montaña y va ganando en altura.




Paso al lado de grandes peñascos de la pétrea montaña. A juzgar por las rocas, las estratificaciones y los resquebrajados sedimentos, todo ha quedado en profundas cicatrices, como un lejano mundo de pesadilla.






El encharcado camino va bordeando sin prisas la montaña y me va acercando más a la cima.




Finalmente llego al  puig d´Olorda,  uno de los puntos más elevados de esta zona. Una gran cruz de piedra y una torre de vigilancia coronan este lugar


Puig d´Olorda.




Puig d´Olorda.

Gran panorama de la zona del Baix Llobregat. Industrialización, construcción, contaminación... pero indudablemente, una gran vista.




A los pies de la montaña, la cementera debía acometer su labor destructora e insaciante por muchos años...




Montserrat vuelve asomar neblinosa como saliendo de una antigua ensoñación.




La cumbre de la Serra de les Planes con su repetidor de comunicaciones asoma en la lejanía imperturbable...




Desciendo nuevamente y ahora tomo el magnífico sendero que comienza de frente antes que el camino gire a la izquierda una vez abandonada la cima. Bajar por el interior del bosque refuerza el bienestar anímico ya que rezuma olor y humedad. El entorno como se puede observar, es muy saludable.




Una vez en llegado a la ermita, sigo los señales del GR-92 y en un instante me encuentro con la ya abandonada cantera d´Olorda.




Esta cantera es muy curiosa ya que está compuesta por piedras casi negras con un pequeño estanque en el fondo. El color es debido a la gran cantidad de carbón que las forman. Antiguamente se extraía el betún que se utilizaba para quemar en los hornos de cal, y por su riqueza en sulfatos para el adobo en el cultivo de viñedos.


Cantera d´Olorda.

Hasta los años 50 para su explotación se excavaron  grandes galerías en el subsuelo. Las dimensiones de los túneles eran considerables ya que entraban camiones para cargar. Durante la guerra civil se utilizó de polvorín. La explotación se realizó a cielo abierto, rebajando la montaña desde la cima hasta llegar al agujero actual, y se clausuró en 1965.
Se ha restaurado una parte de la cantera, con un pequeño mirador para contemplar las aves que habitan la zona.





Abandono la cantera y sigo por la pista que comienza un suave descenso. Paso al lado de la masía restaurante de Can Portell, lugar siempre muy concurrido.


Can Portell.



El camino pasa al lado de otra masía, Can Ribes, también habilitada como restaurante. Está claro que hambre no pasaría si se dieran las circunstancias.


Can Ribes.

Me cruzo con un rebaño de ovejas y pastor, algo que ya resulta difícil de ver hoy en día en poblaciones tan cercanas a la gran metrópoli.





Otra curiosa masía, Can Vilagut. Un enorme caserón con huertos incluidos, al que me acogería sin lugar a dudas para pasar unos días y unas noches...


Can Vilagut.

Llego a otro interesante enclave donde se encuentran los restos del antiquísimo castillo de "Castellciuró"., desde donde se divisa una extensa panorámica de la población de Molins de Rei.


Castellciuró.


El castillo formaba parte de la línea defensiva del márgen izquierdo del río Llobregat. La parte más antigua corresponde a los restos de una torre seguramente muy anterior al 985.




Probablemente su origen es visigótico datado en el siglo VIII. Fue destruido hacia el 985 por las hordas sarracenas de Almansur.





La parte de la construcción que se conserva, incluida una cisterna excavada en la roca, son del siglo XII y pertenecía a los caballeros del poderoso orden del Temple.




Ciertamente la vuelta por este tranquilo lugar ha resultado muy interesante.
Estoy cerca de mi destino final, oséase, Molins de Rei. Un pintoresco sendero me lleva en pocos minutos a las primeras casas de la población. 


Molins de Rei.

Se acabó la tranquilidad. Coches, gente, ruidos... hasta llegar a la estación de tren. Dos euros de billete y una espera de 20 minutos me van a llevar en un parpadeo al lugar de origen del itinerario, San Feliu de Llobregat.




Sorprendente itinerario de 12,85 km. de recorrido, extraída del libro "Excursions a peu pel Baix Llobregat" de Cosetánea edicions. Esta ruta ha resultado más agradable si cabe por el nublado ambiente de este melancólico día. 
Muy aconsejable de realizar ya que realmente no esperaba disfrutarlo de esta manera.
Podéis bajar el track en:

http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=5824257


Ruta realizada.

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