17/6/17

De SANTA COLOMA DE GRAMANET AL POBLAT IBÈRIC DE PUIG CASTELLAR. ERMITA DE SANT CLIMENT. ERMITA DE SANT ONOFRE. SANT JERONI DE LA MURTRA. TORRE PALLARESA. Ruta de Senderisme.

La ruta de hoy comienza en la población de Santa Coloma de Gramanet (Barcelona), prácticamente en la estación de metro L-9 de Singuerlín
El lugar, pese a su ubicación, nos llena de una agradable sorpresa al recorrer en los primeros tramos del itinerario, unas tranquilas calles de casas bajas, ordenadas y acogedoras.
Pronto salimos de este suelo urbanizado y remontamos por un camino.
Una primera fuente, la de "Sant Roc" y los saludos de rigor a otras personas que frecuentan el lugar, nos entretienen durante unos minutos.
Hoy nos acompaña en la ruta un afamado periodista deportivo, gran conocedor de la zona y que escribirá acerca del itinerario una breve reseña que se incluye al final del blog.






El camino pronto se convierte en empinado sendero introduciéndose entre la espesa vegetación de la montaña. 










Allá a lo lejos, en la cima se ubica el poblado ibérico de "Puig Castellar" que ya visitamos en una anterior ocasión.
AQUÍ dejo el enlace.
La temperatura a esta primera hora de la mañana es bastante elevada, pero ello no nos impide que con nuestro habitual esfuerzo vayamos ascendiendo por la ladera de esta montaña.
A un lado del sendero encontramos otra fuente. Es la "Font de la Bota", fresco manantial que se hunde en el interior de la tierra y que mana un caudal mas o menos abundante dependiendo de la época del año.






Aquí debieron acudir para proveerse de agua, los habitantes del poblado ibérico al que ahora nos dirigimos.





A medida que vamos tomando altura, se pueden contemplar vastas panorámicas de dudosa belleza metropolitana. Y es que el apretado conglomerado de cemento y asfalto no es aquello que más nos apasiona.







Seguimos subiendo mientras el sol poco piadoso con nosotros nos aguijonea con sus persistentes rayos.






Algunas gotas de sudor comienzan a asomar por la frente y la espalda mientras cruzamos entre matorrales y chumberas blanqueadas por algún tipo de hongo que las aqueja hasta la muerte.







Llegamos a la cima de "Puig Castellar" y penetramos en las edificaciones que componen el conjunto de la excavación.









Aquí y allá vamos encontrando los restos de las viviendas que formaban un poblado típico en los albores de la historia.




En la parte más elevada, un pequeño tejadillo de madera, nos auyenta del sol y nos brinda una sombra que es muy de agradecer en esta cálida mañana.





Pero a pesar de todo, en este lugar tan elevado, corre una buena brisa que viene a ser como un soplo de exultante vitalidad que llena de gozosos pensamientos.





Después de admirar el entorno, comenzamos a descender por un camino más amplio. Al poco encontramos un pequeño grupo de hombres que se afana en regar unos árboles en la ladera del poblado y en cortar los hierbajos que crecen junto al camino.






Nuestro periodista acompañante conoce bien el lugar y a los responsables del grupo con los que entabla larga conversación. Uno de ellos, Pep Palacio, nos habla sobre la dedicación desinteresada en las labores de conservación de este pequeño entorno natural tan representativo y tan querido por ellos.





La conversación se alarga con este y otros temas de polítiqueo municipal, y al final decidimos ir cerrando el capítulo para concluir la charla.
Seguimos el descenso y pronto encontramos un desvío hacia un "Dolmen natural", el "dolmen de la cova d´en Genís". El lugar interesa y nos acercamos para visitarlo.





Se trata de un pequeño habitáculo entre las rocas de la montaña que sirvió para el enterramiento de cadáveres muy probablemente del poblado ibérico.







Aprovechamos el fúnebre lugar para desayunar. Este es sin duda uno de los momentos más agradables de la jornada lo que permite, aparte de recuperar fuerzas, intercambiar opiniones y anécdotas.







Seguimos el itinerario. Ahora el camino nos lleva hasta un pequeño ermitorio. Es el de Sant Climent situado en la denominada "loma de las ermitas", y fue erigido como oratorio por los monjes de Sant Jeroni de la Murtra en 1673.
Tenemos la suerte de que se inmortalice nuestra estampa ya que un desconocido cruza por el lugar al mismo tiempo que nosotros.





Desde aquí vamos por un pequeño bosquecillo a otro lugar de la montaña. Pasamos junto a una gran antena de comunicaciones.





Seguimos al lado de una desierta urbanización donde solo se escuchan los ladridos perrunos que tanto abundan en tan típicos lares.





El tramo enfila hacia otro de los objetivos de la ruta, la ermita de Sant Onofre.





El lugar solitario y en la punta de otra cresta de la "serralada de Marina" ofrece magníficas vistas. En una de ellas ya podemos ver el monasterio de Sant Jeroni de la Murtra, lugar ya comentado en otra entrada de blog, y que tiene el interés histórico de la presencia de los reyes de Castilla, Isabel y Fernando al recibir al almirante Colón a su regreso de las Américas.
Descendemos por resbaladiza trocha con lentitud para no caer entre los desniveles de la ladera.
Llegamos a los alrededores de Sant Jeroni y nos refrescamos en una fuente de agua junto al camino. 





Decidimos realizar una visita rápida al lugar.
Entramos en el recinto monástico y recorremos la silenciosa ala claustral alrededor de las principales dependencias que componen el edificio.







A pesar del cierto deterioro que se respira en el lugar, resulta ciertamente gratificante visitar la histórica edificación.









Abandonamos el lugar y después de adquirir unas cerezas en un tenderete de frutas que se encuentra en el exterior del recinto, descansamos brevemente mientras damos cuenta de las mismas debajo de los grandes arboles que dan sombra al lugar.
Seguimos ruta y nos alejamos rápidamente del monasterio mientras nuestro acompañante nos va ilustrando con mil historias de esta zona que tan bien conoce.





A un lado del camino, entre frondosa vegetación se alza una edificación de aire medieval que sorprende al curioso. Es la "Torre Pallaresa", lugar donde al parecer, dicen que durmió Colón después de su visita a los monarcas.







Sus orígenes se remontan a la edad media o, según algunos autores, a la época romana. La Torre Pallaresa destaca de entre todos los edificios notables de Santa Coloma de Gramanet con una especial singularidad, ya que es obra capital de la arquitectura catalana del siglo XVI, y una de las obras renacentistas más importantes del país, declarado monumento histórico-artístico de interés nacional en 1931.




El soleado camino nos acerca ya a un ruidoso núcleo urbano donde cruzan por doquier avenidas con abundante tráfico rodado.






Pasamos cerca del  recinto  "Torribera"  propiedad de la Diputación de Barcelona.  Los terrenos fueron adquiridos en 1916 por la Mancomunidad de Cataluña para ubicar un conjunto de edificios destinados a enfermos mentales. 





Referente al nombre de "Torribera", hay que indicar que en el año 1238 ya se tiene una primera noticia. La parte central del edificio es del siglo XV. Más adelante fue bautizado con el nombre de la propiedad Torre Ribera, por el nombre del propietario, Joan Ribera (1566). Posteriormente, a partir del 1617, fue propiedad del monasterio de Sant Jeroni de la Murtra. Durante la desamortización, en 1822, pasó a manos privadas.
Actualmente el recinto alberga la Universidad de Barcelona, la UNED, Centros asistenciales y docentes, un complejo deportivo, etc.
Enfilamos de nuevo entre las calles de la población. Nos siguen sorprendiendo alguna de ellas.





Bajo un sol de justicia y unas elevadas temperaturas llegamos a nuestro destino, concluyendo de esta manera una relajada ruta que no ha estado en ningún momento exenta de interés.
Han sido 8,5 kms. de recorrido y un desnivel de 341 mts.
Aquí dejo el enlace:
https://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=18486540  


Ruta realizada.

Y como lo prometido es deuda, aquí la reseña del itinerario:

ERRE QUE ERRE
PERE FERRERES
Caminar

Les muntanyes de Santa Coloma, quina delícia! Tot és serè i clar, i permet veure una dilatada extensió de mar. La geometria urbana, que vista de prop pot ser horrible, vista panoràmicament guanya moltíssim.
Camino amb 2 bons amics, l’Edu  i el Fran. La llibertat de caminar. Els catalans som dels que més caminem, superem registres de Nova Zelanda i Suècia, amb  poblacions que tenen una acreditada tendència a cuidar el cos.
Hi ha qui es pensa que és com el Kilian Jornet i li perd el respecte a la muntanya. Se’n va cap amunt amb una ronyonera i una samarreta i si passa alguna cosa “ja trucarem als bombers”. L’Edu i el Fran no, caminen amb respecte, conscients que les muntanyes tenen un punt de secret.
Passem pel Puig Castellar i ens trobem amb 4 àngels del poblat ibèric: Pep Palacio, Albert Bellido, José Cabeza i Jaume Colomer. Anem cap a Sant Jeroni de la Murtra i tornem per Torribera. Caminar és una bogeria? Karl G. Schelle, que va escriure el 1802 “L’art de passejar” i va morir en un manicomi, deia que caminar convida a pensar i a imaginar amb llibertat.

El món a 3 quilòmetres per hora és amable i suggerent.




Por si..., traducido...


ERRE QUE ERRE

PERE FERRERES
caminar
Las montañas de Santa Coloma, qué delicia! Todo es sereno y claro, y permite ver una dilatada extensión de mar. La geometría urbana, que vista de cerca puede ser horrible, vista panorámicamente gana muchísimo. Camino con 2 buenos amigos, Edu y Fran. La libertad de caminar. Los catalanes somos los que más caminamos, superamos registros de Nueva Zelanda y Suecia, con poblaciones que tienen una acreditada tendencia a cuidar el cuerpo. Hay quien  piensa que es como Kilian Jornet y le pierde el respeto a la montaña. Se fue hacia arriba con una riñonera y una camiseta y si pasa algo "ya llamaremos a los bomberos". Edu y Fran no, caminan con respeto, conscientes de que las montañas tienen un punto de secreto. Pasamos por el Puig Castellar y nos encontramos con 4 ángeles del poblado ibérico: Pep Palacio, Albert Bellido, José Cabeza y Jaume Colomer. Vamos hacia San Jerónimo de la Murtra y volvemos por Torribera. 
Caminar es una locura? Karl G. Schelle, que escribió en 1802 "El arte de pasear" y murió en un manicomio, decía que caminar invita a pensar y a imaginar con libertad. El mundo a 3 kilómetros por hora es amable y sugerente.